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Inexorablemente llega mayo y con él, las florecillas silvestres, el calorcito, las gomillas del tanga, la renovación del seguro y la revisión del coche (esta no falla), las terracitas de los bares y el puñetero cumpleaños. Sí, puñetero. Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz y una leche!!!. Creo que el último cumpleaños feliz fué el de los 18, mayor de edad, ya podía hacer lo que quisiera, eso sí, sin un duro. Podía votar!!!, si, pero por el año 89, ¿a quién coño votar?, bueno como ahora, más o menos :)
Después de eso todo ha sido hacerse viejo sin más. ¿Qué no?, ¿entonces por qué te has emborrachado toda tu vida por tu cumpleaños?, ¿para celebrarlo?, vamos... Ah, que tú no te emborrachas, joer, tú estás peor que yo, ABURRIDO!!! (y un colega mío añadiría, ABOGAO!!!). Bueno centrémonos, según el refrán antes de espicharla hay que tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol, nos ha jodío el refrán, yo con 36 y aún me quedan dos cosas por hacer, a este paso no llegamos. Bueno, ¿sabes qué?, que le den por culo al libro... otra!!!